Se asigna un recorrido para el retiro de la ropa sucia de acuerdo a una programación establecida.
Las órdenes de trabajo poseen un control de conteo para determinar la cantidad, peso y proceso de limpieza al que será sometido.
Se separan las prendas para su correcto lavado y luego se realiza un lavado modular. Cada cliente se lava de forma independiente.
Mediante un sistema automatizado y con programas identificados, según los requerimientos del cliente, se realiza el lavado en dos líneas independientes.
Dependiendo del tipo de trabajo se realizan las operaciones de secado en máquinas automáticas.
De ser necesario se realizan procesos de desmanchado y recupero de blancos, así como el tratamiento para prendas que requieren limpiezas especiales.
Doblado y perfumado de cada una de las prendas.
Se realiza el control de calidad: se utilizan etiquetas que identifican al cliente correspondiente, tipo de prenda y cantidad.
Regreso de las prendas al cliente.